THC: ¿Qué es la adicción al cannabis?

El THC del cannabis se acumula en los tejidos grasos del cuerpo y tarda unos 30 días en ser eliminado del organismo. El adicto al cannabis puede estar varios días sin consumir porque el THC se ha almacenado en el cerebro y la grasa corporal. Esto le hace creer erróneamente que “controla” cuando no es cierto. Raramente va a llegar al mes sin consumir. «No todo lo natural es saludable» y que las plantas y el hachís son adulterados para modificar la concentración del THC. La adicción surge cuando siento una inmensa necesidad de fumar que no es normal

¿Cómo puedo saber si tengo una adicción al cannabis?

  • Irritabilidad, ansiedad, pérdida de apetito, insomnio, dificultad para concentrarse y aumento del consumo de tabaco. Una persona es dependiente a la misma cuando ocupa un lugar central en la vida, se intenta dejarlo y no se consigue o cuando tras abandonarlo hay muchas recaídas.nte la sospecha de que hay problemas relacionados con consumo de sustancias adictivas, como la adicción a la marihuana, lo más importante es no perder de vista que puede terminar desarrollando una enfermedad de adicción al cannabis y probablemente a otras sustancias. Lo urgente es conseguir un diagnóstico profesional de la situación del paciente y, si es necesario, un tratamiento efectivo que lleve a la desintoxicación de cannabis.

1-. Examina el autoengaño.

Todos los estudios científicos destacan el alto potencial adictivo del cannabis. El consumo modifica los circuitos neuronales del cerebro de forma similar a otras sustancias adictivas como la cocaína o el alcohol. El abandono definitivo del consumo es difícil y por ello el adicto necesita ayuda profesional. Muchos pacientes se engañan pensando que “controlan”, cuando la realidad es que al final, poco o mucho, siguen consumiendo. La adicción es la enfermedad del autoengaño y el cannabis es la sustancia con la que el adicto vive más engañado.

2-. Observa la motivación

Trastornos de la motivación (“Síndrome Amotivacional del Cannabis”): Consiste en que el consumidor de cannabis desarrolla gradualmente una disminución del interés por el estudio, el deporte, el trabajo y las amistades que no consumen. Hace muchos planes, pero normalmente nunca los puede llegar a realizar. Una sensación de vacío hace su vida desagradable. Solo el consumo alivia esa sensación. Poco a poco, su círculo de relaciones va quedando más y más limitado a su círculo de consumo. Para paliar este efecto el adicto va aumentando el consumo o incorporando otras sustancias como el alcohol, las anfetaminas, el éxtasis, la cocaína, etc.

3-. Trastorno de ansiedad

Trastornos de ansiedad: a pesar de su efecto relajante inicial, el adicto al cannabis termina necesitando aumentar más y más el consumo porque la ansiedad gradualmente aumenta. De hecho, llega un momento en el que el propio consumo lleva a la aparición de diversos trastornos de ansiedad como crisis de pánico, agorafobia o ansiedad flotante. En muchos casos esto hace que aumente el uso de otras sustancias sedantes como el alcohol o los tranquilizantes.
Trastornos psicóticos: Desde hace años se ha constatado que el consumo de cannabis puede desencadenar trastornos psicóticos con síntomas idénticos a los que producen la esquizofrenia y otras psicosis.

4-. Observa la memoria

Pérdida de memoria, déficit de atención y falta de concentración: El efecto del cannabis en el cerebro del adicto hace que se vayan deteriorando funciones cerebrales como la concentración, la memoria, la atención, disciplina, cumplimiento de horarios, alteración del horario del sueño, etc. Todo ello conlleva al fracaso escolar, falta de rendimiento laboral, conflictos en casa y fuera de ella. El consumo de cannabis está muchas veces detrás del fracaso escolar y laboral de nuestros jóvenes. Cannabis y alcohol suelen ser las primeras drogas que los jóvenes consumen. Son las que inician las alteraciones neurológicas que terminarán configurando la enfermedad de adicción

5.- Observa testimonios

Yo pensaba que la manejaba, que estaba más de cinco días sin fumar y no me pasaba nada. A esto, mi amigo me respondía que, como la marihuana queda depositada en el cerebro, se hace una reserva de cannabis. Entonces, siempre tenía una dosis diaria, por lo que la abstinencia o el nerviosismo, el enojo, la ansiedad y esas cosas que te pasan por no fumar aparecen no aparecían. Recién ocurren a los 10 días más o menos. Luego supe que si uno fuma muy seguido, se tarda como un mes en desintoxicarse totalmente. Es increíble, puedo pasar 3 semanas sin fumar, y en cambio el análisis de orina sigue dando positiva a tetrahidrocannabinoides (cannabis-marihuana).

Hoy tengo 24 años y estoy en una comunidad terapéutica. Mis padres, cansados de que yo siga “vegetando” y no concluyendo nada, me internaron. Yo me negué siempre, y decía que era mayor de edad. Ellos me plantearon que si elegía seguir con la misma vida, no me iban a mantener más. Y yo en ese momento no tenía manera de conseguir ningún trabajo, porque no terminé nada. Y las changas que conseguía no me alcanzaban para alquilar nada ni mantenerme.

La marihuana en algunas personas desencadena una psicosis (no tener contacto con la realidad, entre otras cosas), en algunos mejora con medicación si no fuman más marihuana y, en otros, lamentablemente no se recuperan más de su enfermedad mental, y se diagnostica una esquizofrenia.