Introducción: Los síntomas adicciones pueden ser difíciles de reconocer si no sabemos exactamente qué buscar. En esta entrada, abordaremos cómo identificar las señales de adicción en uno mismo o en nuestros seres queridos y cómo abordar el problema para buscar ayuda.
EL ESFUERZO POR LA VICTORIA
¿En qué fase me encuentro?
Es importante la edad a la que se empieza a consumir o a experimentar problemas adictivos, aunque no haya drogas. Y esto se ha documentado para la marihuana, la nicotina y el alcohol: cuanto más joven se empieza, mayor es la posibilidad de volverse adicto. Pero un alto porcentaje de la vulnerabilidad está dado por los genes, por lo que conviven factores genéticos y de desarrollo. ¿Podemos hablar de las distintas fases de dependencia?
Reconociendo síntomas adicciones
En cuanto te pillen, se acabó la fiesta. Mientes todo el tiempo para seguir consumiendo. Y los padres no pueden delegar en sus hijos responsabilidades que estos no tienen interés en tomar. Deben ver síntomas claros que surgen. Otra cosa es que sepan afrontarlos y ahí es donde remarco el tema de la información mal dirigida. Nadie explica qué hace la cocaína, qué efectos tiene en cada fase, cómo detectas a alguien colocado. Y es fácil. Yo entro a un bar y te digo quién va puesto. Tampoco saben qué pasar de una raya a un gramo es solo una cuestión de tiempo. Nadie ve cuánta gente como yo acaba viviendo este tipo de experiencias con el consumo.
¿Cómo puedo detectar las fases en una adicción?
1-. Examina estas fases:
- ENAMORAMIENTO. Nuestras experiencias primeras con la sustancia. Nos marcan sin saberlo si la experiencia es muy agradable de forma positiva y si no negativa.
- LA LUNA DE MIEL. Nos volcamos hacia la experiencia vivida en busca de diversión, alivio, paz. Obtenemos efectos positivos y pensamos que será así.
- TRAICIÓN. La droga se vuelve en nuestra contra produciéndose extrañas paradojas.
- EN LA RUINA. Efectos muy negativos, tratamos de recuperar la luna de miel incrementado dosis y negando una realidad que nos parecía imposible, inviable y que a no todo el mundo consumidor le ocurre.
- APRESADOS. Cuanto más luchamos con la fuerza de la voluntad, más caemos en sus garras. No podemos salir y no lo haremos solos, nunca. Se precisa la intervención urgente.
2-. Detecta las excusas.
Los adictos a menudo crean historias elaboradas o poco creíbles para explicar sus frecuentes pedidos de dinero, desapariciones innecesarias o comportamiento erróneo. Alguien que por lo general es directo y puntual y de repente deja de serlo o inventa razones por las que no puede cumplir con sus compromisos, puede estar luchando con la adicción
3-. Ten en cuenta a sus nuevas amistades y conocidos.
Los adictos por lo general comienzan a moverse en círculos sociales nuevos para estar cerca de la gente que le puede proporcionar la sustancia, si es un problema adictivo con sustancias, y de sus amigos adictos, y también porque no quieren que su familia y amigos se den cuenta de la adicción.
Si la persona de la que sospechas comienza a asociarse con personas que no conoces o que te provocan sospechas, puede ser que esos sean signos de que es un adicto a la cocaína.
4-. Querer no es poder
Nadie quiere ser adicto, se trata de una enfermedad crónica y progresiva. No se es responsable de eso, sí de la recuperación, pero no de caer enfermo. Si nos enfrentamos a la sustancia con el sínodo de “querer” a toda costa perderemos, nunca podremos vencer de esa manera. Está demostrado, se hunde mucho más el adicto al encontrar el sentimiento de vergüenza, de culpa y las atrocidades que se llegan a realizar en nombre de la sustancia. No es posible enfrentar desde esa perspectiva. Nada tiene que ver, es un engaño. Todo adicto quiere cambiar su situación, se parte de esa premisa. La voluntad de momento tiene muy poco que hacer.
5-. Se debe aprender a vivir de otra manera
La adicción tiene un componente de pérdida del control. En el mundo psiquiátrico se ha dicho que la persona adicta no tiene voluntad. Y con ese argumento, se echó la culpa al adicto. La voluntad es el producto del funcionamiento de áreas específicas de nuestro cerebro que el uso repetido de las drogas daña. De aquí que el concepto de la adicción para mí es en el cual la persona no puede controlar la ingesta de drogas a pesar de que coscientemente ya no las quiera tomar y de que es muy consciente de que tiene consecuencias catastróficas.
Con el paso del tiempo y una buena ayuda psicológica conductiva en donde se le ayuda a pensar y a sentir al adicto, aspectos que parecen muy lógicos, pero que suponen todo un desafío para el enfermo. La evolución de esta ayuda la expresan de esta manera:
“Me cuesta decir cuáles son las cosas más importantes que he obtenido de la liberación, pero una de ellas es la libertad: estoy libre de temores, de la inseguridad en mí misma, libre de la necesidad de controlar, libre de la reconcentración, y tengo la libertad que viene de aceptar que no soy sino un ser humano, que tendré los mismos problemas que todos los demás y que puedo afrontarlos igual que ellos”