Salud mental y porno. Introducción:
Como puede parecer lógico, nuestra sociedad ha ido avanzando con los años en muchos aspectos, lo que implica que se ha vuelto más abierta y tolerante. Atrás han quedado, o al menos eso parece, algunos tabús y prejuicios que, a menudo, estaban ligados con la religión o la moral de otros tiempos, especialmente en lo relativo a la sexualidad. No obstante, esta aparente nueva libertad también tiene su lado oscuro, algo que podemos comprobar cuando analizamos la pornografía. Conformada por una industria que ha generado millones en ganancias, y que ha ganado una gran presencia gracias a la llegada de internet, la pornografía siempre ha sido vista con cierto recelo, aun cuando se defiende su existencia. Escándalos y legitimidad aparte, lo cierto es que la pornografía es, a día de hoy, más accesible que nunca para gente de cualquier edad y condición social. Y eso ha traído consigo un problema de adicción que ya padecen muchas personas.
1.- La pornografía, una fuente de adicción
Cuando se habla de adicción a la pornografía, se hace referencia a un problema que puede generar consecuencias graves. No se trata de una broma: según las estadísticas, hasta un 80 % de los hombres afirman sentir, en algún grado, adicción a la pornografía. Y lo mismo ocurre con el 40 % de las mujeres, lo que indica que, si bien es un problema más arraigado en el género masculino, no se limita a este.
Como ya hemos dicho, este problema no debe ser tomado a la ligera. Las personas que lo padecen, después de todo, pueden volverse dependientes a nivel emocional, y esto puede
llegar a alterar sus vidas y sus relaciones personales.
Causas de esta adicción
Las causas de esta adicción pueden variar de un individuo a otro, aunque algunos de los factores más habituales serán de tipo biológico, psicológico o social.
Así, es posible que exista una predisposición genética a este tipo de dependencia. Además, un elevado nivel de algunas hormonas, como la testosterona, afectarían de forma directa a la libido. Esto, por sí solo, no causa la adicción, pero ayudaría a aumentar la curiosidad por la pornografía.
Entre los factores psicológicos encontramos el hecho de que la pornografía ejerce como distractor de emociones difíciles de manejar. Asimismo, la impulsividad también parece relacionada con este tipo de adicción.
No obstante, es bien sabido que la exposición continuada a la pornografía, especialmente desde una edad temprana, fomenta su consumo y, a la larga, la adicción a la misma. En este sentido, ciertos círculos sociales parecen promover este tipo de actitud y emplean la pornografía como fuente de bromas, por ejemplo.
2.- Principales síntomas que produce
Los problemas que acarrea este tipo de adicción pueden notarse a nivel físico, emocional y psicológico, por lo que hablamos de una afectación bastante notable. Por eso mismo, es muy importante que sepamos reconocer los síntomas que diferenciarán este problema del simple consumo casual. Las más importantes son las siguientes:
- Sufrir el impulso de consumir pornografía con gran frecuencia.
- Sentirse incapaz de dejar de ver contenido pornográfico.
- Sentir irritabilidad, enfado o rabia ante cualquier restricción en el acceso a la pornografía.
- La necesidad de consumir cada vez más para obtener el mismo nivel de satisfacción.
- No ser capaz de abstenerse de su uso.
- Tener sentimientos de culpa tras el consumo de la misma.
- Masturbarse de forma compulsiva y renunciar a hacer otras cosas.
- Preferir estar solo para poder acceder a la pornografía a pasar tiempo con familiares, amigos o la pareja.
- Recurrir a la pornografía para sobrellevar el estrés diario o cualquier problema.
¿Se puede tratar esta adicción?
Tal como ocurre con otras adicciones, también es posible tratar la adicción a la pornografía mediante algunos tratamientos, aunque no siempre será sencillo. Así, elegir la estrategia a seguir dependerá de cada individuo, de la causa principal y de otros factores. Si se trata de un caso muy severo de adicción, a veces puede ser necesaria una combinación de tratamientos relacionados con psicoterapia y el uso de tratamientos farmacológicos. En otros casos, una terapia de tipo cognitivo-conductual, o incluso una terapia de pareja, pueden ser suficientes.
3.- Los menores, víctimas potenciales
Como ya hemos visto, la edad temprana de exposición a la pornografía es un factor que agrava este problema en nuestra sociedad. Después de todo, si no se detecta a tiempo, este problema afectará al desarrollo psicosexual.
A menudo, los padres pecan de inocentes y piensan que sus hijos no sienten ningún deseo sexual, pero eso no podría estar más alejado de la realidad. Si a eso le sumamos el hecho de que están más acostumbrados que nadie a moverse por la red, es obvio pensar que su acceso a la pornografía será temprano. Hablar con ellos, darles la información necesaria y no juzgarlos será la clave para establecer una relación de confianza. Y eso es un factor que puede ayudar a prevenir, o a detectar, este tipo de problemas. Llámanos