LA TECNOSFERA DE HOY Y EL ADOLESCENTE
Imagen: Aparentemente, Louise Delage tiene una vida normal. Esta parisina de 25 años publica en su cuenta en Instagram fotografías de situaciones en las que está compartiendo con sus amigos, una tarde en su oficina, o de un momento en la tranquilidad de su cuarto.
Sus 150 publicaciones pueden ser vistas por 99.404 seguidores; estas alcanzan hasta los 1.800 “likes”. Lo que no esperaban quienes la seguían hasta hace dos semanas es que ella no era real.
Se trata de un personaje creado por la campaña “Like my adition”, elaborada por la agencia BETC de Francia, para concienciar a los jóvenes acerca del peligro latente del alcoholismo.
En su última publicación, “Louise” resaltó que en la mayoría de sus fotografías tenía cerca alguna bebida alcohólica.
Stéphane Xiberras, presidente de BETC, en una entrevista para la revista estadounidense Adweek, reveló que la campaña realizada para la fundación Adicte Aide, invitaba a reflexionar sobre “la dificultad que tenemos para descubrir que alguien cercano está comenzando a tener una adicción”.
“Por medio de una falsa cuenta de Instagram, encontramos una manera muy interesante y creativa de mostrar a una persona día a día, sin imaginar que esta estaba al comienzo de una adicción”, explicó Xiberras.
El equipo de esta campaña realizaba las publicaciones en horas en las que los usuarios de Instagram tenían mayor actividad. Además utilizaban cerca de 30 etiquetas para tener una mayor penetración entre los usuarios, la mayoría de estas, relacionadas con comida, moda o fiestas.
“Finalmente, también creamos una estrategia con líderes de opinión que contaban con miles de seguidores, entre veinte mil y diez mil, para hablar de nuestra cuenta, y así darle un valor más significativo al perfil de Louise Delage”, agregó el Presidente de la agencia.
Cuál es su impacto
Eliana Gil, psicoanalista del Instituto Lacaniano, aseguró que estas campañas tienen un grado de efectividad muy significativo: “Este tipo de proyectos ponen en evidencia una conducta que la gente asume como normal, además genera un efecto preventivo en la comunidad”.
Para Gil, las campañas que aparecen en las redes sociales pueden llegar eficazmente a un segmento de las personas que sufren de estas adicciones. “Al estar en espacios como instagram, hacen que quien tenga las primeras señales de adicción se confronte e inicie en una autoevaluación. Pero para quien esté en un nivel de adicción más alto, es más complejo hacer una autoinspección”, explicó la psicoanalista.